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Eragon, el héroe de Christopher Paolini

Eragon, el heroe de Christopher PaoliniPaolini, Christopher (2003): Eragon. Barcelona: La Galera, 2004. Trad. Jordi Vidal i Tubau. Eragon. Barcelona: Roca  Editorial de Libros, 2004, S.L. Trad. Silvia Komet Dain. [Reseña publicada en el 2004]

656 páginas.

Lucia Cedeira del equipo de la Biblioteca Juvenil de la FGSR la página del club de fans del libro en España. Desde aquí las gracias.

Es reiterativo afirmar que Tolkien inauguró lo que llamamos un cronotopo: un lugar y un espacio de ficción ampliamente amueblado y amplio. Lo suficiente para dar cabida a nuevos personajes y nuevas situaciones, incluso para darle un pasado y un presente. Tolkien puso las reglas y diferentes autores han ido probando suerte con más o menos éxito.

Es curioso como este tipo de libro que mezcla la novela de iniciación (siempre con un adolescente de pasado oscuro, enclenque pero valiente, justo y buen aprendiz),  con la fantasía épica (1. adj. Perteneciente o relativo a la epopeya o a la poesía heroica. Epopeya. 1. f. Poema narrativo extenso, de elevado estilo, acción grande y pública, personajes heroicos o de suma importancia, y en el cual interviene lo sobrenatural o maravilloso. 3. f. Conjunto de hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente) donde todavía habita la magia y los elfos, los dragones y las aventuras, donde se libra, en una serie de batallas definitivas, el futuro de la humanidad entre la máxima representación del bien y del mal.

A simple vista, parece el argumento perfecto para una edad, la adolescencia, donde cada pequeña anécdota de la vida se transforma en un nuevo drama existencial.

Si Cornelia Funke, (1997) con El jinete del dragón (cast. Ediciones Siruela, 2003; cat. Columna Edicions, 2004) situaba la realidad mágica en paralelo a nuestro tiempo y Rowling se centraba en el aprendizaje y el grupo de amigos en la saga de Harry Potter, Paolini vuelve a la esencia. Y los tres tienen en común la capacidad de  crear personajes que se recuerdan.

Eragon nos regala héroes que actúan, se mueven y nos miran desde las páginas del libro con una personalidad propia, con una historia que va más allá de las líneas que el autor les dedica. Eragon es uno y ya tendremos oportunidad de saber más de él en las próximas entregas. Y está Brom, el maestro de Eragon que nos abandona antes de acabar la lectura.

Llegat

Brom es un persona que merece una precuela: queremos saber más! Leyéndolo recordaba una de mis historias favoritas Star Wars y las declaraciones de Lucas sobre cómo imaginó su mundo posible: “Toda la historia se sitúa en una galaxia muy lejana, lo que posibilita la creación de mundos alternativos al objetivo […] Pero como dice Lucas aunque las reglas se pueden inventar una vez se inventa una, se atiene a ella.  Pone el ejemplo de que en las primeras entregas había ruido en el espacio de las galaxias, se estableció esta regla y hay que mantenerla en el resto. Una de las cosas que reconoce que quiere conseguir es un realismo impecable en un mundo fantástico y absolutamente irreal. Por ejemplo, cuando diseña la sociedad especial que hay bajo el agua, Otoh Gunga, y que aparece en Episodio I, se diseña la cultura completa desde cómo se rigen, en qué creen o cuál es su economía. La mayoría de estas cosas no aparecen en la película, pero Lucas dice que hay que pensar en ellas porque de otro modo lo que sucede parecería  falso.” (Lluch, Análisis de narrativas infantiles y juveniles. Cuenca: Ediciones de Castilla La Mancha, 2003).

De manera similar funciona aquí, sobre todo con algunos personajes como Brom y aquellos que giran en torno a él: tiene un pasado que no se muestra, bien diseñado al que de vez en cuando aluden otros personajes, como vecinas cotillas de unos hechos que no quieren contar.

Luego tenemos la biografía del autor. Yo no sé si la historia que cuentan sobre Paolini (su corta edad, una historia que le acompaña desde la infancia, etc.) es cierta, se asemeja demasiado a la historia de su héroe de la misma manera que la historia de la infancia de Harry Potter se asemeja demasiado a la historia que han diseñado de su autora (pobre, abandonada con una niña, buscando un té caliente para continuar escribiendo, etc.). Da igual: si lo han inventando, es un buen invento, interesante ver la necesidad que hay de ficcionalizar (y/o vender) todo y, al final, material de estudio para los economistas de la cultura y los publicistas. Si no lo han inventado: material de estudio para los psiquiatras y los sociólogos de la literatura.

¿Comentar el argumento? Tampoco tiene mucho interés. Podría ser cualquier episodio de El señor de los anillos pero enfocado desde otra cámara y prestando atención a otro personaje. Tendremos oportunidad de continuar hablando: ahora viene la película y las continuaciones.

Como lectora disfruto de estas: no es La Novela, pero me alarga el placer que me provocó Tolkien/(Jackson) o La guerra de las galaxias. Es como entrar en el parque temático y subir a otra distracción. Esta vez el viaje ha valido la pena.  Hasta la próxima.

Después llegaron EldestBrisingr y ahora Legado.

Los cuatro títulos se publican en castellano y en catalán por la editorial Roca.

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