Este post continúa ¿La lectura juvenil es una pasarela para la educación literaria?
Aquest post té una versió en català aquí
No había pensado este blog como un lugar de debate. Como consta en su descripción es un “Blog temático sobre narrativas paraliterarias y audiovisuales, dirigidas en su mayoría a adolescentes, y sobre prácticas de promoción de la lectura, principalmente, en la Web 2.0”, que atiende seis categorías. Y la finalidad es compartir y comunicar.
La razón de descartar el debate es simple, una es la falta de tiempo, la otra el género. Mi trabajo es el de analista del discurso: analizo documentos utilizando un marco metodológico compartido, obtengo datos y los expongo. El canal para exponer los resultados son artículos o libros. Son los canales en los que mi profesión específica que debo publicar. De hecho, las revistas o editoriales donde tenemos que publicar están clasificadas y delimitadas. Cuando el tiempo lo permite, elijo un tema y lo desarrollo; de hecho, me gusta escribir libros divulgativos donde puedo liberarme de la coraza de los trabajos académicos.
Pero era consciente de que el tiempo para estos libros era escaso; paralelamente, observaba el uso que hacían de la web y de los blogs profesores como Henry Jenkins y me gustó la alternativa. Esa es la idea de este espacio: compartir lecturas, trabajos e investigaciones.
El pasado 15 de septiembre publiqué el post titulado ¿La lectura juvenil es una pasarela para la educación literaria? y la versión en catalán que motivó múltiples comentarios tanto aquí como en las redes sociales.
Continuar el debate aquí me resulta difícil, porque lo que podría contestar está dicho en las publicaciones donde el espacio me permite desarrollar el tema de manera amplia y cuando lo hago aquí siento que reduzco el tema o lo explico peor que lo hice allí.
Pero sí que quisiera precisar algunas cuestiones:
1. El post no habla de literatura infantil y juvenil. Se refiere a la lectura juvenil, específicamente a los relatos que vengo analizando desde el 2000 y que caractericé por primera vez en «Mecanismos de adicción en la literatura juvenil» y por última (de momento) en «Las nuevas lecturas deslocalizadas de la escuela». La caracterización de estos relatos se genera del análisis de, hasta la fecha, los 267 relatos más vendidos y dirigidos a los jóvenes (el análisis se amplía con los de más venta dirigidos a los adultos y los relatos audiovisuales que usa como muestra de contraste).
2. El término “paraliteratura” no es valorativo sino meramente descriptivo. En realidad, no se habla de relato paraliterario sino de relato con características paraliterarias. El nacimiento del término, su desarrollo y las escuelas que lo usan está descrito en los trabajos anteriores.
3. El post habla de la educación literaria en un contexto determinado: las clases de literatura que caben en los 10 meses que dura el curso escolar y en las que hay que trabajar lectura, escritura, conocimientos metalingüísticos… Y donde la educación literaria tiene asignado un trabajo delimitado por el currículum…
Los comentarios del post anterior comparten cómo llevar esto al aula, cómo se puede trabajar y cómo el contexto concreto de cada centro educativo requiere de estrategias diversas. Y cada comentario lleva a propuestas concretas que ya se han llevado a cabo. Consulte el lector los enlaces de los profesionales que han dejado su opinión y verá el gran trabajo que realizan.
Los espacios de estos docentes son una forma de crear el contexto de trabajo (no de opinión) que nos ayuda a ir construyendo un marco teórico y práctico que nos permita trabajar los textos de la tradición literaria, los clásicos, los textos fundacionales de nuestra cultura…
Creo que el trabajo conjunto nos ayuda a construir ese marco: desde la universidad (el área de la Filología de manera complementaria con la de Didáctica de la Literatura), desde las aulas con el buen trabajo del docente que reflexiona, comparte, prueba y evalúa…
Gracias a Toni Solano, Luís Arizeta, Teresa Andrueto, Luz Santa María, Jesús Díaz Armas, Harry Potter, Evaristo Romaguera, Mireia Manresa, eduideas, moilloia y Maite Monar por vuestros comentarios porque detrás de cada uno hay más que palabras: hay propuestas, reflexiones y sobre todo mucho trabajo.