Hay libros que se quedan haciéndote compañía. Sus personajes te siguen preguntándote cómo les ha ido. Te sorprendes recordando sus vivencias o su forma de entender un problema o su manera de explicar cómo hacer frente a una dificultad.
Sientes ganas de enviar un WhatsApp a Pilar, a Ana, a Toni o a Miquel porque sabes que les va a encantar. Hay pocas novelas que no quiero que acaben pero no puedo dejar de leer porque disfruto meciéndome en la historia que tejen.
La tumba de Aurora K me provocó todas estas sensaciones. Cuando lo acabé, volví sobre él, revisé fragmentos que había subrayado, releí partes por las que había pasado demasiado rápido. Luego revisé algunos de los blogs que hablaban de ella Libros que voy leyendo, Quedamos en mi nube o Dreamy nights. Coincidí. Este libro no hay que dejarlo escapar.
Su historia es demasiado importante, pero sobre todo, las reacciones de los personajes, la manera de enfrentarse a los problemas, de superar las frustraciones, de construir una filosofía de vida desde la constancia, el optimismo. Crea un mundo donde el desaliento no tiene lugar, donde el amor y la familia (qué pena que estas palabra estén tan desgastadas) se refuerzan en el día a día porque nunca hay un “ya lo hablaremos después”…
Cuando oigo o leo sobre aquello de la “lectura por placer en el centro escolar” las dudas me invaden cuando se trata de adolescentes. Porque lo cierto es que no sé por dónde coger ese triángulo que construyen las palabras: lectura-placer-escuela.
La única solución que de momento encuentro es leer. Buscar esos libros que ofrecen un plus. Lo encontré en El mar y la serpiente, El festín de la muerte, Las lágrimas del asesino, Dibuixos al mur, Los ojos del perro siberiano, Vaig fer la maleta un dia de juny, La noche del polizón, El fruit del baobab, La mosca o Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea.
La tumba de Aurora K. es un relato para dialogar, para conocer otras decisiones, otros mundos… Si ahondamos en él, tal vez descubran al padre que les guía, a la amiga cuya fortaleza sorprende, al abuelo que siempre escucha, etc.
No dejen pasar este libro. Y quiero dedicarlo a los profesionales que cursan el Máster propio en Lectura, libros y lectores infantiles y juveniles porque la discusión con ellos en el foro me animó a cambiar la forma de redactar este post y a recomendar el libro desde la óptica del lector.
Riera, Pedro (2014): La tumba de Aurora K. Barcelona: Edebé. Premio Edebé de literatura juvenil.