Reconozco que la colección de Fondo de Cultura Económica, Libros sobre Libros, es una de mi favoritas. En la última visita a Bogotá, para participar en la III Semana del Libro Digital, seguí el consejo de Manuel Gil y compré:
Bhaskar, Michael (2014): La máquina de contenidos. México: FCE (1 edc. 2013).
El subtítulo da una idea más aproximada del contenido: Hacia una teoría de la edición desde la imprenta hasta la red digital. Un libro inteligente e imprescindible.
El primer párrafo de la «Nota del editor» nos da más pistas:
El mundo del libro vive una nueva crisis, pero no sabemos muy bien de qué tipo, […]. La crisis actual de los editores consiste precisamente en determinar cuáles de las funciones que han venido desempeñando tendrán sentido en el futuro digital; la angustia se incrementa porque pocas veces ese porvenir nos ha parecido tan inmediato». [IX]
A medida que pasas las páginas, acumulas subrayados, notas, preguntas… Compartes en Twitter, revisas el artículo que estabas escribiendo…, este libro te interesa más y más.
Por eso, he querido compartir con ustedes las notas que se han quedado en mi ordenador. Las más sugerentes, aquellas que aportan una nueva mirada o una nueva manera de entender una vieja idea.
Introducción
Una teoría de la edición es una teoría de la mediación, acerca de cómo y por qué los bienes culturales requieren una mediación.
Los desafíos del contexto digital: cambios de contenido
El contenido digital está desmaterializado. Es código binario. No hay un objeto de «carne y hueso». […] forma parte de un programa. Cuando esto se combina con una red, tiene efectos importantes. Copiar no representa ninguna dificultad, se efectúa al instante y los resultados son perfectamente fieles, lo que de golpe derriba las principales barreras históricas para la circulación. el contenido es maleable, actualizable, transferible. Tiene una simultaneidad geográfica. Se vuelve fluido. La desmaterialización por sí sola no da lugar a todas estas propiedades, pero en la red -en las redes- están ahí.
[…] la desmaterialización del contenido no sólo afecta la cadena de valor o lo que respecta a los resultados para el editor, sino también la percepción de valor por parte de los lectores.
Efectos de la red: centralización y fragmentación
los ambientes digitales presentan dos tendencias en apariencia opuestas: una poderosa dinámica de centralización y otra de fragmentación. Sin embargo, considerar que actúan en conflicto es un craso error. Forman parte del mismo patrón. Sin nodos básicos, el reino digital sería un exasperante laberinto borgiano; sin fragmentación, sería totalitario, monopólico y monolítico.
El desafio digital: desintermediación
La desintermediación es de diferentes clases; el factor común es la naturaleza facilitadora del carácter a la vez centralizador y fragmentario de la red digital. Los editores tradicionales se hallan en un terreno que no conocen, poseen ni controlan. La desintermediación es una tendencia, no una ley universal» pág. 78
Derechos de autor
El segundo capítulo del libro acaba con un apartado al que titula ¿Aceptar el reto? Y dice así:
La desintermediación y el derecho de reproducción no son los únicos problemas en la agenda de los editores, de hecho, ni siquiera son los peores líos que enfrentan. Los siguientes merecen una preocupación más severa: la naturaleza multimedia, y en evolución, del contenido, así como las inversiones de riesgo; el colapso de la venta al menudeo del objeto material, y los problemas asociados de visibilidad de títulos y caída de ventas; el incremento correspondiente del poder de los minoristas restantes; la dificultad de vender productos digitales; capacitar de nuevo y contratar a nuevo personal; disminución de tirajes, costos de impresión en aumento y presiones relativas a los precios de los libros digitales. [87].
Francamente, no sé si es un reto o un milagro. Aunque los editores (y los investigadores) que nos dedicamos a la literatura infantil y juvenil ya hace tiempo que estos retos están en nuestras agendas.
Es lo que tiene trabajar en las fronteras.