La lectura forma parte de todas las materias de la Educación Secundaria. Leer en lengua y leer literatura, leer sociales y en matemáticas, leer en química o en educación física.
La lectura se diversifica; pero, ¿cómo seleccionamos la lectura teniendo en cuenta este marco?, ¿qué principios nos orientarán para elegir el libro o el documento adecuado en la educación secundaria?, ¿cómo podemos conjugar el interés de la materia, el del lector y nuestro?, ¿como elegimos unas lecturas para satisfacer los objetivos anteriores?

A continuación, adaptamos los consejos que damos en «10 Consejos para seleccionar las lecturas. Secundaria», diez consejos para que un centro de Educación Secundaria Obligatoria seleccione las lecturas adecuadas para todas las asignaturas. Diez consejos para diversificar el hecho de leer e implicar desde el profesor de Educación Física, al de Ciencias de la Naturaleza o Ciencias Sociales, el de Educación Plástica o Música.
Diez consejos sobre:
1. El nivel educativo o la edad del lector
Habitualmente, los editores incluyen información sobre cuál es la edad lectora o el nivel educativo recomendado en las lecturas o en los materiales informativos que dirigen a los docentes. Para elaborar estas recomendaciones, suelen basarse en estudios didácticos o pedagógicos que analizan la competencia lectora o el desarrollo intelectual del adolescente. A partir de estos datos, fijan los temas, el número de páginas o el estilo que más gusta a cada edad o que es más adecuado para cada nivel educativo.
Para interpretar estas recomendaciones, es importante recordar que:
– Los indicadores sobre qué edad lectora o qué nivel educativo es el más adecuado para una determinada lectura no deben ser una censura que aleje a un lector de un determinado libro porque esté indicado para más mayores o más pequeños.
– La orientación que proporciona la editorial o los estudios sobre el tema tenemos que contrastarla con los conocimientos del grupo concreto con el que trabajamos, porque nosotros mejor que nadie sabemos que cada niño crece a su propio ritmo.
– La intuición del docente o el conocimiento que tenemos del alumno prevalece en el resto de indicadores, que siempre serán orientaciones útiles para nuestro trabajo.
2. Los temas de las lecturas
Los temas de los libros dirigidos a los estudiantes de la Educación Secundaria pueden ser los mismos que interesan a un adulto. Cada vez hay menos temas prohibidos o poco habituales y la diferencia radica sobre todo en la forma de exponerlos y de plantearlos.
La selección de lecturas a partir del tema no se realiza solo en los relatos, también es importante en las novelas gráficas o el cómic, en los libros de conocimientos, los dietarios o las biografías, en la poesía o en el teatro.

Los temas de lectura son muy amplios y es importante estar abierto para encontrar lo que puede gustar a cada lector. Los que más les puede interesar tienen relación con:
– Sentimientos y emociones: el amor, la soledad o la felicidad; la frustración o la rabia, pero también la nostalgia, el miedo o el abandono.
– Condición humana: el crecimiento de una persona, una familia o una nación; el crecimiento centrándose en la búsqueda de la propia identidad, los ritos de paso en diferentes culturas y épocas; la sexualidad en países o momentos; la enfermedad o la muerte, desde la biología o desde la historia, desde las creencias religiosas o desde el pragmatismo.
– Cotidianidad de los adolescentes: el entorno social y afectivo familiar y escolar más cercano, pero también contrastándolo con otros momentos y lugares, la amistad o el primer amor y los rituales que los acompañan, los abuelos y la historia social que han vivido, los lugares y formas de vivir las vacaciones, las adicciones y las enfermedades relacionadas con la edad de los jóvenes, desde la descripción a la prevención.
– Circunstancias y relaciones familiares: la llegada de un hermano, de un nuevo padre o madre, el divorcio, la adopción, la orfandad o abandono. Las familias de hoy y de ayer, las de aquí y las de otros lugares, las fiestas que se celebran y los ritos que las conforman.
– Contexto: los animales, la naturaleza, el medio ambiente, la vida urbana o rural, los acontecimientos históricos y otras realidades.
– Situaciones que alteran el entorno: el exilio, la migración, la guerra, el desempleo, la multiculturalidad, la globalización y otros conflictos políticos, sociales y económicos.
3. Los formatos y los tipos de lectura
La lectura es responsabilidad de todas las materias. Sabemos que hay lectura más allá del relato, la poesía o el teatro. Pero también hay lectura más allá del libro: la lectura en la educación secundaria lo trasciende y puede realizarse con un artículo de un periódico o una revista a los que accedemos a través de una hemeroteca digital, con la entrada de un blog, con las normas de uso de un programa o una máquina.
Porque leer más allá de los relatos significa proponer lecturas de:
– Problemas que hay que resolver mediante la lógica, por ejemplo, un pastor tiene que pasar un lobo, una cabra y una lechuga a la otra orilla de un río, dispone de una barca en la que sólo caben él y una de las otras tres cosas. Si el lobo se queda solo con la cabra se la come, si la cabra se queda sola con la lechuga se la come, como debe hacerlo?
– Anécdotas que hay detrás de los grandes problemas matemáticos y que se recogen tanto en reportajes periodísticos, como en libros o en la red.
– Biografías de los investigadores importantes en la materia de las asignaturas que estudian y que ayudarán a dar vida a los temas ya singularizar, es decir, a dotarlos de una vida propia.
– Historias de los deportes que les interesan sobre la evolución de las reglas de los juegos que se encuentran en las páginas webs de los equipos o de las selecciones nacionales y en las hemerotecas digitales. Lecturas de libros escritos por grandes deportistas y que explican la experiencia de un deporte como forma de superar los problemas en la vida.
– Normativas y consejos que les enseñan las consecuencias de los programas de internet que utilizan o los que compran, como las políticas de privacidad de las redes sociales o las consecuencias de las descargas ilegales de internet.
– Lecturas de las webs o los catálogos de un museo que elogian la labor de sus directores y trabajadores, que describen los cambios que ha sufrido tanto el edificio como la institución. Lecturas sobre los tipos de pinturas a lo largo de la historia. Documentos que nos enseñan a leer las imágenes y también libros sobre la vida de los pintores y su relación con el poder y las formas diferentes de vender sus creaciones a lo largo de la historia: la descripción de todo lo que se mueve alrededor de un cuadro que individualiza el dato estudiado y enseña a interpretarlo.
– Lecturas sobre las verdades y mentiras de las adaptaciones cinematográficas a través de los blogs de cinéfilos, páginas de fans o informativas; sobre las críticas que suscitaron en el momento de su estreno, anécdotas sobre las dificultades que algunas películas tuvieron por realizarse, biografías de directores o actores, etc.
– Descripciones sobre el funcionamiento de las máquinas, sobre los procesos que provocan, por ejemplo, las nubes volcánicas. Descripciones sobre las dificultades de las cosas aparentemente sencillas como la predicción meteorológica o la persistencia de la gripe.
– Reportajes y noticias, datos y gráficos de la prensa económica para entender, por ejemplo, por qué determinadas tiendas de ropa tienen éxito mundial y otros fracasan, comprender el día a día de los países que estudiamos en clase y particularizar los mismos.
– Guías de viaje, suplementos dominicales sobre destinos turísticos, páginas turísticas de ciudades que muestran su gastronomía, los lugares más cuidados, las características y precios de los alojamientos, la diversión, la meteorología …
– Documentos, relatos históricos, monográficos y descripciones que nos explican por qué el atún rojo gusta a los japoneses; lecturas de fragmentos de otros momentos históricos para conocer cómo comían o vestían o cómo funcionaba su sistema económico.
– Lectura de blogs para conocer lo que le importa a un chico de Manhattan, a una de Alicante, a otro de Santander y a una señora de Bogotá. O lecturas de foros para saber el último libro que gusta y el libro más votado.
– Páginas de empresas de informática para saber de las últimas novedades de móviles o consolas. Lectura de las páginas de las compañías telefónicas para conocer las ofertas de consumo y aprender a distinguir la publicidad de la información.
– Anuncios que han pasado por nuestras vidas y se han quedado, que emplean la palabra, que requieren la lectura de texto o de imágenes.
– Lecturas de libros, revistas o páginas de creación para disfrutar tranquilamente de una tarde de domingo en casa.

4. Las imágenes, los gráficos, las fotografías, los diagramas, etc.
Si las imágenes que encontramos en las lecturas literarias pueden transformar los libros en objetos artísticos, las que aparecen en las lecturas con fines informativos interpretan los conceptos y los procesos, complementan la exposición y permiten que el lector organice mejor la información del texto.
En ambos casos, entendemos que cuando hablamos de leer nos referimos tanto a leer texto como a leer imágenes: leerán los enunciados e interpretarán las imágenes, las ilustraciones, las fotografías, los gráficos, los diagramas, las reproducciones de obras de arte, los mapas antiguos o actuales, etc. Todos los elementos son los que crean el libro o el documento digital.
Algunos consejos para seleccionar lecturas con imágenes:
– Si se trata de un álbum ilustrado, una narración gráfica o un cómic, la ilustración creará un único texto. En ocasiones, pueden convertir el libro en un objeto artístico que reclama una observación pausada, un tiempo para la emoción y la reflexión que pueden suscitar.
– Si se trata de un relato o poemario las ilustraciones acompañan el texto enriqueciendo, dialogando con él, proponiendo nuevos matices que pueden continuar la línea del texto o contrastando.
– En los libros informativos, la parte gráfica tiene otra función: representa objetivamente los fenómenos, los hechos o los elementos. A través de la imagen es más fácil mostrar un proceso, un elemento, una construcción, un experimento, un viaje o un territorio.
– En los libros de historia las imágenes no pueden manipular la mirada del lector: si se usan mapas o diagramas deben representar escaleras para que el lector pueda reconocer las proporciones.
5. La forma de presentar los datos
Un criterio fundamental para elegir una lectura informativa o de conocimientos es el tratamiento que se da de la información, sea en un libro, en un artículo o en un documento digital. Al seleccionar una lectura para recomendarla es muy importante valorar cómo se muestra la información.
Algunos de los consejos que podemos seguir son:
– Es muy importante que evaluamos la veracidad de los conceptos y los procesos, es decir, que esté probada la información, que sea rigurosa además de reciente. También es importante que el texto diferencie entre los datos que están probados o los que plantean dudas o son discutidos. Las fuentes confiables son unos de los criterios fundamentales para la selección de lecturas de conocimientos tanto en la red como en papel.
– Los datos que se ofrecen deben dar una visión global del tema, abordarlos con la profundidad adecuada a la edad de los estudiantes. En todos los casos es importante que los trate desde diferentes perspectivas porque así evitará los sesgos, las discriminaciones y la tan temida manipulación del lector.
Obviamente, tiene que diferenciar claramente entre lo que es información objetiva y lo que es la opinión de los autores, y lo hará de manera clara. La madurez que tienen los estudiantes no es la misma que la de un adulto y es más difícil que sepan diferenciar los datos de las opiniones.

6. La forma de redactar la información
Los textos informativos reclaman una manera de presentar la información, de estructurarla y escribirla diferente de los literarios. Para seleccionar una lectura no literaria es igual de importante que su estilo sea claro, preciso y objetivo como que esté escrito de manera amena, atractiva y ágil.
El estilo también será un indicador sobre la adecuación de la lectura a sus lectores. Algunos consejos para seleccionar estas lecturas serán:
– La información se presenta fraccionada y dividida por bloques que son perceptibles a la vista: una mirada rápida al texto permitirá percibir la estructura visual de los diferentes temas y sus apartados.
– El diseño gráfico de la información permitirá diferenciar las partes del tema, las relaciones entre ellos y seguir la línea argumental del texto.
– La información principal puede ampliarse con nuevos datos que se señalan mediante recuadros o efectos gráficos que ayudarán a ampliar el tema pero nunca de añadir confusión. Por ello, es importante que valoramos como están redactados, donde se han colocado, qué tipografía se ha utilizado o qué diseño gráfico se ha utilizado.
– Los glosarios al final de un capítulo o al margen de una página son de gran ayuda para aclarar una palabra, ampliar una información o dar una ayuda para la comprensión del texto. Además, diversifica la lectura y propone diferentes itinerarios para recorrer la información.
– Las instrucciones o descripciones para realizar un experimento, coser una camisa, describir el funcionamiento de un avión o narrar la jornada laboral de un controlador del espacio aéreo deben explicitar todos los pasos para que el lector no se pierda y se acompañará de información gráfica como fotografías, esquemas, cronogramas, dibujos o vídeos para facilitar su aprendizaje, ejecución o simplemente su comprensión.

7. La selección de una lectura por los valores
El punto de vista de la ideología o de los valores que quiere transmitir una lectura puede ser un criterio de selección en determinadas asignaturas o contextos. En este caso, el criterio fundamental es el respeto por el lector.
Sería importante tener en cuenta los siguientes consejos:
– Una lectura muestra respecto al lector cuando el autor no intenta imponer su punto de vista dándole una lección o una enseñanza explícita. El autor no escribe para solucionar los problemas del lector dirigiendo su comportamiento ante determinadas circunstancias o momentos de su vida.
– Es fundamental que la lectura proponga diferentes miradas o diferentes soluciones o puntos de vista sobre temas como, por ejemplo, la muerte, la enfermedad, el abuso de menores, el abandono, la frustración, etc. La forma de exponer las diferentes perspectivas sobre los temas controvertidos permite al lector cuestionarlas, reflexionar sobre las propuestas, sensibilizar y ayudarle a tomar sus propias decisiones.
– Si lo que encuentra en el libro se conecta con lo que vive en su cotidianidad podrá sacar sus propias conclusiones de manera más sencilla.
En definitiva, el consejo fundamental que guiará la selección es recordar que la finalidad de la lectura es siempre una educación crítica para conseguir un ciudadano responsable con las decisiones que toma.
Y, obviamente, estos criterios pueden aplicarse tanto a un relato, como un manual o un libro de conocimientos, en papel o en pantalla.
8. Las lecturas dramáticas
Los textos dramáticos son creados para ser puestos en escena: interpretados. Además del texto, el teatro recurre a la música, la danza o el canto y el mimo para construir en escena el universo creado, estos elementos añades un desafío y un aliciente para la imaginación del lector. Pero los textos dramáticos también se editan para ser leídos.
Si elegimos este tipo de lectura podemos seguir los siguientes consejos:
– El texto se acompañará con las propuestas para su dramatización con las acotaciones, algunas indicaciones sobre el vestuario o la escenografía que también pueden representarse con ilustraciones, indicaciones sobre la música y otros recursos importantes para su dramatización . Estos elementos pueden ayudar a interpretar pero también son buenas ayudas para que el lector interprete el texto teniendo en cuenta su posible representación.
– Los diálogos son claros y ágiles y las escenas, breves. Cada escena tendrá un momento culminante que ayudará a mantener la atención de los lectores o, en su caso, de los espectadores.
– El diseño gráfico de los textos o la tipografía diferenciada ayudará a separar el texto de las informaciones útiles para su escenificación como, por ejemplo, el momento en que se incorpora la música o un personaje; los cambios físicos de los personajes, sus movimientos corporales o la forma de interpelar al público.
9. Las lecturas poéticas
Cuando hablamos de consejos para leer poesía, el primero es el de la diversidad: proponemos diferentes tipos de lecturas poéticas:
– Podemos recomendar acrósticos, caligramas o poesía visual: son poemas en los que cuenta el elemento visual y en el que las ilustraciones, la tipografía o la disposición del texto en la página son muy importantes.
– Otras veces los poemas conforman montajes audiovisuales que juegan con las formas, las tipografías y la música. Hay poemas donde la sonoridad es el elemento principal porque son construidos para ser recitados y escuchados. El ritmo, la rima, el solapamiento, la elección de un léxico y estructuras sintácticas tienen la finalidad de crear esta sonoridad.
– Acompañarlos para la versión en audio ayuda a la lectura en voz alta ya practicar la recitación.
En general, elegiremos poemas que conmuevan y despierten la sensibilidad e imaginación de los lectores, que evoquen sensaciones, pero también que diviertan y sorprendan.
En la Educación Secundaria Obligatoria es recomendable la lectura de poemas que ayuden a los jóvenes a conocer los temas, autores, periodos poéticos, los diferentes enfoques poéticos que se dan en un tema, las figuras retóricas utilizadas, en definitiva, que los introduzca en el universo poético tejido a lo largo de la historia. Una forma de acceder es la lectura de antologías.
Un criterio para elegir una buena antología es que contenga, como mínimo, información sobre los autores incluidos, su contextualización histórica y geográfica; los criterios que se han seguido para la selección y la referencia completa de los libros utilizados.
La antología, tanto en formato libro como en pantalla, se enriquece cuando se acompaña de ilustraciones o de un diseño gráfico que convierte el formato en un objeto artístico que sugiere nuevas lecturas y valoraciones.
10. Y los relatos
Aunque el relato es el texto más presente en la lectura escolar y con el que el docente está más familiarizado, terminamos estos 10 consejos con algunos sobre la selección de relatos para la Secundaria Obligatoria.
Cuando seleccionamos un relato no necesariamente debe ser de ficción, por ejemplo, la lectura de los relatos fundacionales de la historia de la humanidad como el Antiguo y el Nuevo Testamento o la del Popol Vuh puede ser una buena manera de conocer nuestra historia y las claves para interpretar tantas otras lecturas.
Podemos pensar que la lectura de un relato canónico puede ser difícil, pero siempre podemos optar por una buena adaptación. No todas las adaptaciones son iguales, por ejemplo, el Quijote es conocido múltiples adaptaciones de diferente calidad algunas muy recomendables y otros fáciles de olvidar.
Para elegir un relato comercial adaptado al gusto del adolescente y que les proporcione esta lectura que engancha y proporciona placer es importante informarse de las novedades a través de las redes sociales, los foros y las páginas que crean los propios lectores y donde comparten lecturas. A través de ellas podremos estar informados de las características de los relatos que les gustan. También los propios alumnos pueden ser una fuente de información perfecta. En general, los relatos que les gustan:
– Crean un universo de ficción, con sus propias reglas, lógicas y dinámicas: todos sus elementos ayudan a dar verosimilitud a los mundos más fantásticos.
– Las palabras crean imágenes únicas y poderosas a través de los escenarios que diseña y los personajes únicos que los pueblan.
– Los personajes se individualizan de manera que se perciben como únicos.
– El ritmo que crea la narración atrapa, el narrador crea expectativas sembrando la duda y el desconcierto, ralentiza el ritmo y la acelera dependiendo del momento.
– Los tiempos del bien y del mal sin matices han pasado: se varía de la ironía al humor, del suspenso en la ingenuidad o el dramatismo. Se crea la duda sobre determinadas acciones o personajes: a veces las cosas no son lo que parecen.
En cualquier caso, a menudo, el criterio de selección va más allá de las temáticas: el ritmo narrativo, la presentación de los personajes o el estilo pueden ser criterios más importantes que la temática del relato.
Más información en:
– Lluch, G. (2010): «10 Consejos para seleccionar las lecturas. Secundaria». Con firma. Docentes. Madrid: Ministerio de Educación, Leer.es.
– Lluch, G. (2010): Cómo seleccionar libros para niños y jóvenes. Los comités de valoración en las bibliotecas escolares y públicas. Gijón: Editorial Trea.
En català: «10 consells per seleccionar lectures a l’ESO».